Hace ya algún tiempo que un guión que escribí pensando en un pequeño cómic cayó en manos de Nacho Solana. No recuerdo si este accidente sucedió en el trascurso de algún otro proyecto loco o, simplemente, durante alguna charla sobre la no vida y los peces de colores. Perdonad que no consiga rememorar este dato, pero soy mal conductor y nunca sé aparcar bien la memoria.
Lo cierto es que cuando nos pusimos a hablar sobre ello surgieron varias ideas prácticamente sin quererlo y… bueno… en fin… que Nacho puso la maquinaria en marcha, consiguió las miles de cosas necesarias para que el tren funcionase y terminamos realizando este trabajo. Se rodó un mes de diciembre, en Santa María de Cayón (Cantabria), con mucho, mucho pero que mucho frío.
Se suele decir que “nada de esto hubiera llegado a buen puerto sin la participación de un equipo (técnico y artístico) excepcional”. En el caso de “#7” es absoluta, completa, radical, ferviente e increiblemente cierto. De la primera a la última de las personas que participaron tuvieron la aportación precisa para que este trabajo sea lo que es y no otro.
Por último, y como premisa indispensable para ver este pequeño “sainete” en estos tiempos, os recordaré aquel proverbio iglés que dice que “muchas verdades se dicen en broma”.
Que os aproveche…
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