
III – Una pregunta para Dios
En una ocasión, un difunto le preguntó a Dios qué le parecía la separación por sexos en las aulas de los colegios. Dios miró con parsimonia, tornó levemente la cabeza a la derecha y sonrió paternalmente. Después de unos instantes, miró a los ojos del recién finado y le explicó que “si hubiera querido que los hombres y las mujeres crecieran por separado habría hecho a las adolescentes con barba y pelo en el pecho”.